Muchas de nosotras no estamos al tanto de cuál es la rutina de ejercicios que mejor se acomoda a nuestro cuerpo y mucho menos a nuestra edad. Y es que, aunque no lo creas, el ejercicio tiene muchísimos beneficios en todos los sistemas de nuestro cuerpo: desde el endocrino, hasta el óseo, pasando por el digestivo, y ¿el cardiovascular?¡Ni se diga! Por ejemplo, se sabe que hacer ejercicio ayuda a aumentar la memoria
Ante la pregunta del efecto del ejercicio en nuestro cuerpo, y de saber qué tan efectivo es para nuestros objetivos, lo primero que tenemos que hacer es entender qué le ocurre a nuestro cuerpo en diferentes etapas, y cómo funciona en diferentes edades.
20- 30 años
Durante esta década es cuando tenemos la mejor salud basal. Esta es la temporada en el que el cuerpo se adapta fácilmente al ritmo que le impongamos, por lo tanto, es la mejor época para experimentar no sólo distintas dietas sino también distintas rutinas de ejercicio.
No obstante, recordemos que todo pasa factura, e incluso con la piel repleta de colágeno, cada fin de semana de excesos por acumula puntos. Por eso en esta etapa sigue siendo muy importante cuidarse.
El entrenamiento debe ser variado: incluir pesas, cardio y estiramientos. En este momento se tolera bien el entrenamiento de alta intensidad, hasta 5 veces por semana.
30 – 40 años
Desde los 30, el metabolismo comienza a disminuir su velocidad, así que el ejercicio juega un rol fundamental para mantener la salud y, sobre todo, un peso saludable.
Adicionalmente, es la época más productiva, por lo que el estrés laboral y una mala alimentación, más un estilo de vida sedentario pueden afectar notablemente nuestra salud física.En muchos casos, esta década es un momento es clave para la mujer, ya que es cuando tiene hijos, lo cual conlleva flacidez muscular y cambios importantes en la composición corporal, es útil por ejemplo saber cuáles son los mejores ejercicios para embarazadas. No sobra resaltar la importancia de cuidar la piel, ya que las reservas de colágeno también van disminuyendo.
Entrenamiento: lapsos más prolongados y una intensidad más moderada para quemar grasa y fortalecer el corazón. Crossfit, body o combat son buenas opciones 4 o 5 veces por semana.
40 – 50 años
En este momento pasan cosas interesantes hormonalmente puesto que, nos vamos alejando lentamente de la época fértil. La grasa que se almacenaba en los glúteos y piernas anticipando la lactancia, se redistribuye en el abdomen, lo cual hay que monitorear para evitar accidentes cardiovasculares. La masa y el tono muscular disminuye dando paso a cierta flacidez en brazos y piernas, más cuando no hacemos ejercicio físico.
Pueden aparecer manchas solares y se marcan las líneas faciales de expresión. En este momento, los buenos hábitos alimenticios y el ejercicio son el mejor aliado para entrar a la siguiente etapa y vivirla en excelentes condiciones.
Es importante anotar también que el sistema músculo-esquelético no es el mismo de antes y, por lo tanto, el entrenamiento debe ajustarse a esto. Para el entrenamiento enfócate en mantener el tono y la resistencia física. Baile, yoga, actividades acuáticas, de 3 a 6 veces, resultan en una buena rutina.
Desde los 50 en adelante
Aquí estás pasando por un momento importante: la menopausia. La alimentación y el ejercicio son muy importantes para estabilizar y fortalecer el cuerpo en este punto. Algunos de los procesos que comenzaron a los 40, como la pérdida de colágeno, densidad ósea y masa muscular, se marcan más en esta etapa de la vida. No te pierdas los tips sobre cómo prevenir la osteoporosis.
En este momento, tu rutina de ejercicios puede ser suave pero con mayor frecuencia: caminar a paso acelerado, tai chi, yoga o pilates de 3 o 6 veces por semana es suficiente para apoyar a tu cuerpo durante esta transición.